31 enero, 2025

Cycle Control EP

 


La manipulación suele considerarse un arte oscuro.
Hoy sabemos que exponer a seres vivos a sonidos rítmicos, cíclicos, puede influir y modificar las ondas cerebrales. Esto es algo que puede cambiar enormemente los pensamientos y la fisiología de las personas.

¿Y si desde la antigüedad hubiera existido un tipo de maquinaria capaz de generar sonidos (audibles conscientemente o no) para programar y dirigir a la población?

Quizá ficción, quizá no.

Esta es la cuestión que he planteado en los lugares donde publico este EP titulado "Cycle Control". Y es que desde la noche de los tiempos se sabe que los sonidos rítmicos y repetitivos pueden conducir a un estado mental de trance y profundidad.


Desde la prehistoria hasta nuestros días los humanos se reúnen para celebrar rituales donde conectar consigo mismos y con sus afines. 

En las civilizaciones que aún conservan estos ritos muy similares a los ancestrales, bailan al son de tambores alrededor de una hoguera y en las ciudades más modernas se baila en festivales y discotecas.

Hay algo mágico en los ritmos. Los antiguos lo sabían.


Sabios y expertos de la antigüedad, podrían haber contado con el ingenio suficiente para haber creado máquinas que permitieran precisas sincronías de ritmos múltiples, acompasados y solapados, potenciados en sinergia. 




La forma de transmisión de estos ritmos más probable sería de forma que llegase a los humanos a través del medio que les rodeaba.
Tal vez a través del aire, en forma de sonidos, audibles o no.
Tal vez a través del agua, de los materiales haciéndolos vibrar. No está muy claro.

Probablemente no todas las máquinas contarían con la capacidad para influir a gran escala. Las primeras serían más discretas y modestas.






Con el tiempo el desarrollo podría haber permitido influir a todos los niveles, en todo tipo de posibilidades de la fisiología y del entorno, alterando percepciones.

Los seres vivos somos en esencia rítmicos. Desde las mayores frecuencias como en los pulsos eléctricos de las ondas cerebrales, pasando por otras más moderadas como los latidos del corazón y la respiración, y hasta los ritmos, ciclos, de menor frecuencia como los circadianos.

Para todo ello podrían haberse desarrollado ingenios manipuladores.




La sincronía lo es todo. 
Y por eso los ritmos consiguen dirigir la vida y el mundo.

La persistencia de los ritmos disciplina la vida. En todos los ámbitos.

Y los patrones (de ritmos) conducen al estado más adecuado.





Pero es la cadencia adecuada la que finalmente consigue hacer obedecer a todo y todos.

No debiendo ser excesiva, o sería destructiva por fatiga o dificultad para ser procesada.
Ni tampoco debiendo ser demasiado escasa, o no conseguirá dirigir e influir con la consistencia adecuada.

Y entonces el tempo mágico consigue la perfección.


Así puede haber sido como algunos poderes interesados hayan llegado a influir en las ondas cerebrales, en los ritmos vitales inconscientes. 

Podrían haber dirigido y condicionado, de manera persistente.

Organizaciones con gran poder, muchos recursos, posibilidades de ingeniería y construcción, con grandes intereses en controlar a la población, puede que hayan sacado provecho a gran escala de estas formas de programación.




Todo lo que es vivo en la naturaleza está basado en ciclos, fases, ritmos, frecuencias, cadencias. Todo lo que trasciende a lo material, también lo está.

Y si todo ello se pudiera programar?

Y si mucho de lo que hemos experimentado, sentido, vivido, deseado... hubiera estado dirigido?

...

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